El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, fue el primer líder europeo recibido por el papa Francisco. "Ha sido una gran alegría. Estamos necesitado de ellas de vez en cuando", comentó tras el encuentro Rajoy, quien acudió junto con su esposa.
La nota simpática la produjo uno de los dos regalos que Rajoy llevó para Francisco: una camiseta de la selección española con el nombre del Papa y firmada por todos los miembros del plantel. "¡Esta se suma a la de San Lorenzo!", exclamó el Pontífice,
Según voceros, la media hora escasa de conversación se desarrolló en un clima cordial y afable, y se abordaron temas como la situación europea, entre otros, la desocupación -que afecta a numerosas familias, particularmente a los jóvenes, según el Vaticano-, y la crisis político-institucional de España. Allí los escándalos de corrupción salpican, entre otros, a los partidos políticos e incluso a la hasta hace poco institución más valorada por los españoles: la Corona.
Según el comunicado de El Vaticano, en particular se habló de la institución del matrimonio y de la familia, y de la importancia de la educación religiosa, temas espinosos desde que el gobierno socialista aprobó la ley que permite casarse a los homosexuales.